sábado, 14 de marzo de 2009

IDIOTA!

Hay veces en las que por más que se quiera, no se puede...
Desear que mi amiga se de cuenta de quien tiene a su lado y de como la está convirtiendo en otra persona, es practicamente imposible.
Qué debo hacer? esperar a que se de cuenta sola, que siga sufriendo y continuar haciendo la vista gorda a que cada vez dedique menos tiempo a sus amigos... no se me ocurre que hacer y eso me niebla el alma.

miércoles, 4 de marzo de 2009

EXPECTANTE

Así me siento, espectante, nerviosa, inquieta, ilusionada y con miedo... miedo a otro no silencioso, sin duda los peores noes.
Deseando que se me complique la vida, de no tener tiempo para ir a casa, sin ir al teatro, sin ver a mis amigos, sin 10 horas diarias de sueño.
Con 23 años y muchas cosas que hacer por delante, pidiendole una oportunidad a alguien que seguramente en media hora no ha sabido ver cuanto tengo que ofrecer, me pregunto que vio en mi en esa media hora... seguramente vio a una chiquilla inexperta, valiente, pero inexperta que poco tiene que ofrecer a su grupo. Quizás pensó que esa valentia no era consecuente a la persona, que yo no era consciente de donde me metia y por esa razón estaba allí pidiendo que la tuvieran en cuenta.
Ojalá me equivoque y pueda escribir una entrada pronto contando cosas maravillosas de mi nuevo destino!

viernes, 13 de febrero de 2009

Mirandome

Veo a alguien que no siempre reconozco...
Ya no solo fisicamente, sino el resto, en que me he convertido. Soy totalmente dueña de mis actos y de las consecuencias de los mismos. Me da miedo encontrar justificación a todo lo que hago y que antes jamás habría hecho. En definitiva, me da miedo perder el norte y que mis amigos se den cuenta.
Esta reflexión me conduce al hecho de que soy una persona que necesita la continua aprobación de su alrededor. Estoy sola, no tengo pareja, vivo sola, pero sin mis amigos no soy nadie... La apariencia que muestro de comerme el mundo se desmonta si me veo sin el apoyo de mi gente.
Hoy en concreto estoy contenta y triste a la vez.
Contenta porque por primera vez en mi vida mi hermano me ha necesitado y yo he cumplido con creces. He sentido que por una vez él no era más listo que yo. (que sentimiento más egoista). Y triste porque lo que hoy he hecho por él, mi familia no lo hizo por mi hace solo unos meses.
Una vez más la apariencia de ser totalmente autosuficiente me privó de su ayuda, al menos hoy se dieron cuenta de cuanto me habría hecho falta.